Marzo

Parece que fue ayer cuando dábamos la bienvenida a febrero con San Blas y La Candelaria y el mes ya se ha quedado atrás, como los restos de este viejo camión oxidado en medio del campo que serían un buen motivo para fotografía nocturna. 

Desde el principio del mes hasta ahora se han notado bastante los días, hay más sol y las cosas se ven de otra manera. Al menos por aquí el frío ya no asusta tanto y se pueden dar paseos más largos hasta volver al calor de la chimenea.

El mal tiempo no ha disuadido a algunos veteranos peregrinos, que han pasado por la Ruta de la Lana para dejar su impronta. 

Uno está tentado de decir que ha sido un mes gris, con poca variedad fotográfica, en el que no hemos asistido a ningún evento especialmente interesante, pero no es así, el simple hecho de existir es el evento más interesante al que asistiremos nunca, por más que a veces nos fijemos únicamente en la mitad vacía del vaso. 

Los carnavales nos han ido preparando para estos días previos a la Semana Santa, que este año será antes, ya que la primera luna llena de primavera será el 4 de abril, en Sábado Santo y con eclipse incluido ¿Quién da más?

En definitiva, otro mes se ha ido. El paso del tiempo continúa imparable y de nada sirve aferrarse a él. Por muy querido que nos sea, todo lo que conocemos tendrá que marcharse algún día y nosotros también, pero la vida sigue su ciclo. Lo único que podemos hacer mientras estemos por aquí es tratar de dejar nuestro sello y transmitir las emociones más positivas que podamos a nuestro alrededor. 

Pero dejemos el tema, no nos pongamos así, que ya estamos estrenando marzo, casi es primavera y el campo nos lo está diciendo a gritos. Habrá que disfrutar de lo presente antes de convertirnos (en un día muy lejano, esperemos) en algo parecido a un camión oxidado sobre un montón de piedras.