domingo, 24 de mayo de 2015

Primavera II

Mientras escribo estas líneas la mayoría de informativos hablan de votos y pactos electorales, pero la primavera sigue su curso, ajena a todo salvo a la sequía. Está siendo para mi una primavera de cemento, con poco tiempo para andar por los campos, para asistir a encuentros de peregrinos en Uclés y a la Marcha de las Flores en Villaescusa de Palositos, recientemente celebradas. Da igual, si uno no va al Camino que el camino venga a él, como está pasando estos días con un incremento de peregrinos Laneros, algunos repitiendo como Anette y Antonio, esta vez como turistas, sin mochila, en coche y de casa rural. Mejor no recordar el episodio de hace unos meses cuando fueron ignorados por algún hostelero de la zona y en su establecimiento solo se les ofreció para cenar un plato de aceitunas. En fin, hablábamos de otra cosa.





Amapolas como pinceladas salpican campos y cunetas como sacadas de un cuadro de Monet. La habitual paleta de colores que trae la primavera surge cuando uno desenfoca para prescindindir de la forma, tal vez un poco menos de verdes y más amarillos y ocres debido a la falta de agua y al exceso de calor. 




















 










Las esferas siguen girando, haciendo sonar su música para aquellos que se detengan a escuchar. El tiempo pasa, el verano ya está casi aquí, ajeno a las cosas de los hombres como decimos y lo único que  queda son unas pocas imágenes.