No, hoy la cosa no va de bolígrafos, aunque bien pudiera parecerlo por el nombre y el valor que se le está dando a esta joya del románico que permanecería en el olvido si no fuera por el empeño de unos cuantos antiguos vecinos de Villaescusa de Palositos (Guadalajara) y de un grupo de peregrinos de la Ruta de la Lana.
No busquéis el pueblo, físicamente ya no existe como tal, salvo en los mapas y el recuerdo de algun@s de sus descendientes, que cada año llevan a cabo la llamada "Marcha de las Flores" para conmemorar a sus difuntos con la presencia de miembros de varias Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, no solo las de Cuenca, Uclés y Albacete, también de Madrid, Alicante, Galicia y Castilla Leon.
De esta iglesia del S.XIII, declarada Bien de Interés Cultural solamente quedan en pie unos muros de buena factura con sillares sólidos y perfectamente tallados, pero la bóveda ha desaparecido y el ábside presenta cada vez más fisuras, especialmente grave una que lo atraviesa por el centro de arriba a abajo.
Del resto del pueblo, aparte del recinto del antiguo cementerio, solo queda una colina llena de escombros en el término municipal de Peralveche, pero al caminante le será difícil llegar hasta aquí de ordinario ya que está dentro de una finca privada y encontrará una valla cortando el paso a pesar de ser un camino de titularidad pública por el que transcurre la genuina Ruta de la Lana, seguida desde la antigüedad por pastores y peregrinos camino de Burgos donde estos últimos enlazaban con el Camino Francés.
A pesar de que en algunos tramos no se le ponga nada fácil a nivel de puntos de aprovisionamiento y alojamiento, la Ruta de la lana está ganando año tras año en número de peregrinos, que la recorren desde distintos puntos de procedencia nacionales e internacionales como se puede comprobar en los libros de registro de los albergues de Cuenca y Villaconejos de Trabaque, que han dado hospitalidad no solo a peregrinos que salen de su casa en Alicante, Valencia o Albacete, sino también a algunos procedentes de Vigo o León y que vienen hasta aquí para conocer esta ruta. Ayer mismo un belga y un Italiano, hace unos días un suizo, hace un par de meses un japonés, y en lo que va de año cada vez más personas escogen esta vía huyendo de la masificación de otras rutas más conocidas o simplemente buscando la sencillez de la misma y el contacto con la naturaleza.
Sin embargo a veces la dureza del camino y lo inhóspito de algunas zonas los disuade a continuar. Por poner un ejemplo relacionado con esta entrada, un peregrino que realice el tramo entre Salmerón y Viana de Mondéjar (en torno a los 22 Km) no tiene otro punto de aprovisionamiento de agua que la fuente del Gamellón, situada justo al otro lado de la valla que corta el acceso a Villaescusa de Palositos, debiendo dar un rodeo extra de otros dos Km para continuar y quedándole aun la mitad del camino hasta su destino, por lo que deberá subir los cerca de cuatro Km que tiene la sinuosa y empinada Cuesta del Predicador tras abandonar Salmerón cargado con el agua necesaria para el trayecto hasta Viana, y así de forma parecida en diversos puntos hasta llegar a Burgos. Algunos continúan y llegan a "la autopista del Camino Francés", otros abandonan y no se llevan un buen recuerdo al encontrarse demasiadas veces con sitios precarios para dormir, escasez de lugares donde ducharse, comer o comprar y todo pese a la labor informativa y de apoyo de las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de las tierras que atraviesan.
