miércoles, 4 de febrero de 2015

Pandemonium

Parecía que este año no, pero al final lo hicimos, volvimos a Almonacid del Marquesado el tercer día de febrero, el de San Blas. Cigüeñas no vimos, pero si muchos diablos porra en mano y sarta a la espalda corriendo calle arriba y calle abajo. De nuevo el color, el estruendo y la tradición inundaron las calles de esta pequeña localidad conquense en una curiosa fiesta que tiene la habilidad de atraer a propios y extraños a pesar del frío que suele hacer en la época y de que este año además la fiesta fuera entre semana. 



Ni el clima ni el hecho de que fuera martes disuadió a diablos, diablillos, danzantas y acompañamiento; tampoco a las decenas de curiosos que dispositivo electrónico en mano buscaban (buscábamos) un hueco para obtener una imagen de esta curiosa fiesta de gran interés etnográfico y turístico. Por mi parte aquí os dejo algunas. El año que viene más. 











 







































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