jueves, 17 de octubre de 2013

"Quien olvida su historia está condenado a repetirla"

El otro día, una vez más, me dio por subir al Cerro del Socorro, uno de los mejores sitios para ver Cuenca. Está bien eso de subir a las alturas de vez en cuando para mirar la ciudad desde arriba y evadirse un poco con la perspectiva que da la distancia, aunque sea únicamente para observar el trazado de sus calles y jugar a localizar los distintos barrios y edificios. 



Hasta ahí como de costumbre, pero al pasar a la altura de Mirabueno me detuve de repente y recordé que por ahí había un viejo fortín de la Guerra Civil, así que como no tenía mucha prisa decidí cambiar la ruta habitual y subir hasta él para sacar unas cuantas fotografías. 




El lugar no me sorprendió mucho, era lo que se esperaba: un montón de piedras medio derruidas, que la estupidez o el miedo humanos consideraron en su día muy importante acumular y que el tiempo se ha encargado casi de borrar. 



Lo que si me sorprendió por lo intactas que parecían, eran esas dos "Dos Españas" antagónicas,  dispuestas siempre a devorarse recíprocamente y que se reflejaban demasiado bien en unas pintadas más o menos recientes. 







Para algun@s como si no hubiera pasado el tiempo. Como si no hubiéramos aprendido nada. 



Para quien tenga curiosidad sobre las fortificaciones del Cerro del Socorro y quiera conocer algo de la historia de la ciudad, encontrará abundante información en este artículo de Peinado Gil, P. , Domínguez-Solera, S. D. y Muñoz, M. 




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