jueves, 24 de octubre de 2013

Hasta el nombre sabe bien.

Entre los colores característicos del otoño está el de los níscalos, que con las lluvias y las temperaturas suaves de estos días están garantizados por algunas zonas de la Serranía.  "Lactarius Deliciosus", si ya hasta el nombre suena bien... 


...y más aun si se disfruta en buena compañía al lado de una chimenea. 


Uno tiende aislarse en otoño, a retraerse un poco, como la propia naturaleza, con esos días grises que anuncian el invierno y no invitan a salir para nada. Menos mal que están los amigos por ahí para improvisar una de esas (ya casi olvidadas) "Cenas del Miércoles" que tanta "vidilla" nos puede llegar a dar. 

Gracias. 





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